jueves, 12 de junio de 2014

Los caballeros mediavales; los torneos, la armadura y la formación del caballero

En la Edad media, los caballeros eran nobles que estaban al servicio de un poderoso señor o de un rey. Llegar a ser caballero exigía un largo y duro aprendizaje.

La formación del caballero
Cualquier aspirante a caballero comenzaba a prepararse en su propia casa desde niño, aproximadamente a los siete años. Ya desde ese momento, montado en un caballo de madera con ruedas, el pequeño guerrero se entrenaba en el manejo de las armas, que también eran de madera, y practicaba la lucha enfrentándose a unos muñecos giratorios que hacía las veces de enemigos armados.
Tiempo después, a los diez o doce años, el futuro caballero se iba a vivir al castillo de algún importante señor. Allí continuaba su aprendizaje mucho más en serio. Lo nombran paje y, además de seguir ejerecitándose en el empleo de las armas, que ya eran de verdad, pasaba a estar al servicio de su señor: lo ayudaban a ponerse la armadura, cuidaba sus caballos y sus armas, lo atendía durante las cacería...
Normalmente, al cumplir los catorce años, el paje se conventía en escudera. En esta etapa, el joven tenía que seguir atendiendo a su señor, pero ya podía luchar junto a él  para tener la oportunidad de demostrar su valor y para poder ser armado caballero.

Los torneos
Los torneos eran  competiciones en las que se enfrentaban los caballeros cuando no había guerras. Los contendientes ganaban importantes premios. El combate estaba arbitrado por otros caballeros, que actuaban como jueces.

La armadura
La armadura de los caballeros podía llegar a pesar unos  cincuenta kilos. Ellos  solo no podían subir al c aballo, por eso nec esitaban ayuda de pajes y escuderos. 
A caballo, el pesado traje servía a los caballeros de prote3cción; pero, si era derribados, en tierra no podían moverse con facilidad y corrían el riesgo de ser heridos.

caballeros y castillos

 



  

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